No necesitan presentación, y su influencia en la música tanto culta como popular a lo largo de las últimas décadas ha sido inconmensurable. Bastaría echar un vistazo a casi cualquier producción musical actual para vislumbrar su herencia. Nos limitaremos sin embargo a registrar algunas lecturas de sus obras desde ángulos en principio exóticos.
I. La fama de La Modelo
I. La fama de La Modelo
En 1979 unos modernísimos El Aviador Dro y Sus Obreros Especializados interpretaban en los escenarios patrios The Model, tema publicado en single sólo un año antes por los propios Kraftwerk, adaptando la letra a su gusto particular.
El mismo año Philip Charles Lithman aka Snakefinger, habitual colaborador de The Residents, lanzó su marciana visión del mismo tema.
Poco después, el colectivo 'avant-pop' japonés Hikashu, liderado por un "pseudovocalista kabuki" realizó esta versión en el álbum Tokyo Mobile Music 1 (1982).
Subamos el volumen y pongamos algo más fuerte (no, no esperéis ver aquí esa patética versión de Rammstein). 1987, Big Black, banda 'noise punk' de Steve Albini (productor de Pixies, Nirvana, The Jesus Lizard, Slint, P.J. Harvey...). Álbum Songs About Fucking, y de nuevo The Model.
(II) Futurismo de conservatorio (paradoja temporal)
Desde que en 1992 el Balanescu Quartet, formación fundada por el violinista y compositor rumano Alexander Balanescu, lanzó su álbum "Possessed" con interpretaciones de varios temas de Kraftwerk bajo arreglo para cuarteto de cuerda, los alemanes no han dejado de estar presentes en las formaciones clásicas más 'cool'. Aquí el corte The Robots, que casi parece descubrir una conexión oculta de los de Düsseldorf con el folklore centroeuropeo.
Cuando el lector observe boquiabierto el espasmódico pero inexplicablemente elegante movimiento de caderas del líder de Talking Heads sabrá disculpar la insistencia en ofrecer The Model, ahora interpretado por el Balanescu Quartet (theremín incluido) pero esta vez junto a David Byrne.
(III) El programador tropical
Les presento al Señor Coconut, uno de los innumerables alias, en apariencia clínicamente disociados, del prolífico Uwe Schmidt, ciudadano alemán con bigotillo cuya sorprendente carrera ha oscilado entre la frialdad rítmica del techno más hermético y el sudoroso calorcito de los ritmos mestizos y latinos en general. El año 2000 se sacó de sus anchas mangas con volantes de farolillo el álbum El Baile Alemán, con los temas Showroom Dummies, Trans-Europe Express, The Robots, Neon Lights, Autobahn, Home Computer, The Man-Machine, Musique Non Stop y este descacharrante Tour de France:
En palabras de Carlos Gonzalez, "los robots llevan guayabera, bailan agarrao, tocan las maracas y beben pisco sour". No puedo resistirme a colocar el fiestorro que se organizó en el esplendoroso hotel Berns de Estocolmo en noviembre de 2006. Vean, vean este Autobahn en directo, y no dejen de advertir la camisa roja con corbata negra del tipo de las maracas...
(IV) Chiptunes, nostalgia de las máquinas
Todavía con confeti en los bolsillos, regresamos a un universo en principio más cercano a la música electrónica de los pioneros: los sonidos de los videojuegos de 8-bits. En 2007 el sello Astralwerks publicó un álbum que recopilaba música de Kraftwerk inerpretada a base de esta tecnología emocionante. Destacamos aquí estos muy dignos Computer Love del DJ sueco Thomas Söderlund alias Covox, y Spacelab a cargo de 8 Bit Weapon.
(V) Ecos en el campo
Incluso lejos de la ciudad y de sus máquinas descubrimos, en un hotel de carretera, a un tal Sam Barnum, fornido guitarrista campestre que nos sorprende con este virtuoso Computer Love.
Todo este viaje para terminar en el domicilio de este tío tan majete que, según él mismo nos cuenta, estaba aburrido en su casa cuando se le ocurrió grabar un vídeo interpretando Neon Lights... ¡¡con su banjo!!.
Todo este viaje para terminar en el domicilio de este tío tan majete que, según él mismo nos cuenta, estaba aburrido en su casa cuando se le ocurrió grabar un vídeo interpretando Neon Lights... ¡¡con su banjo!!.
Somos absolutamente sinceros al declarar que preferimos lo anterior a las cientos de versiones irregulares de, entre otros muchos, U2, Coldplay, Ride, Rammstein, Veronika Zemanova, Sonic Boom, Zoot Woman, The Cardigans, The Divine Comedy, Lloyd Cole, Leather Strip, Duran Duran, Niños del Brasil, lo que quedaba de Simple Minds, Anthony Rother, Siouxsie & the Banshees, Orchestral Manoeuvres in the Dark... Las pasaremos por alto sin siquiera detenernos en la de Glass Candy, con esa chica tan sugerente. Lo mejor será despedirse con...
Muchachos, no imagináis cómo puede sonar esto en un vinilo de 12" bien prensado...